martes, 14 de enero de 2014

DILEMAS Y CONFLICTOS


Cuando se sufre un conflicto interno, una guía para solucionarlo consiste en saber valorar lo que se tiene y no priorizar el problema. Por ejemplo, cuando  te dicen una mala nota de un examen en el que te habías esforzado, te sientes realmente frustrado. Ante esta situación, debes afrontar que hay cosas más importantes que ese examen y de las que te debes sentir afortunado. Que no se acaba el mundo. Además, seguramente tengas otra oportunidad para mejorar.
Respecto a los conflictos sociales, centrandonos en el ámbito de los amigos, con  la convivencia diaria, a veces surgen  problemas, que en situaciones extremas, pueden llegar a romper amistades. Muchas veces esto se podría evitar, si uno se sabe poner en el lugar del otro y así enteder su postura. Es importante también, mantener la cabeza fría para saber medir la importancia del problema actuar impulsivamente, ya que muchas veces, nos arrepentimos de nuestros actos o palabras.





También hay que considerar que no somos el ombligo del mundo, y que aunque tú te sientas mal, puede que en tu entorno también haya personas en peores situaciones, que necesitan tu ayuda.

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